domingo, 30 de septiembre de 2007

:::: Prefiero a los latinos:::



Tercer piso del hotel, música suave, trajeados o al menos con camisas finas del tianguis de los domingos. Ellas con vestidos de noche, muy apestositas de perfume, comiendo todo lo que el mesero ofrecía en sus charolas de plata, la comida podía ser un asco, pero debías de aparentar que estaba deliciosa, al menos esa era su actitud. Coñac, roncito, wisky, vodka, gratis, para aquellos que gustan de alcoholizarse a lo pendejo, sólo porque son bebidas “caras”.

Llegamos nosotros dos, Javier y yo, con camisa y peinados con gel (Javier ya no usa gel), con buena actitud, la que se debe mostrar en esos lugares, enseguida nos dirigimos a la terraza para que nos pegara el aire fresco alejados un poco de toda la gente, esperando pasar un momento tranquilo y mamón. Estábamos tomando moderadamente, sólo para mantener fresca la garganta, comentando aquel momento rodeado de asiáticos, seudo franceses, y seudo licenciados. Alos pocos minutos llega un trío de “fotógrafos de farándula”; uno de ellos comienza hacernos plática a hacerse el chistosito, nosotros le seguimos el juego, nos pidió de una manera presumida que oliéramos su mano –“chavos, acérquense y huélanme la mano”- eso es lo que decía, asqueados por su persona lo rechazamos una y otra vez, hasta que dijo que sus manos olían a Maribel Guardia, entonces la olimos y efectivamente olían a Maribel, yo nunca la he olido pero al menos eso era lo que él decía.

A los pocos minutos se acerca otro tipo que estaba fuera de lugar su existencia allí, fortuitamente se había encontrado con esa fiesta, comenzó a preguntarnos que era lo que se festejaba, se decía ingeniero en sistemas, a la vez que presumía su pluma, una pluma muy fina y costosa según él. Es de las persona más guarras con las que he platicado en una fiesta; el tipo estaba fascinado por las mujeres que se encontraban a nuestras espaldas. Me pedía a gritos que le tomara una foto con ellas, yo accedí a complacerlo. El resto de la noche lo tuvimos a nuestro lado, pues sirvió de comodín para entretenernos un rato con su persona.

Con nuestra forma de hablar y comportarnos delante de él, le causamos una gran impresión de nuestra persona; el tipo pensaba que éramos jóvenes empresarios, inversionistas, rodeado diariamente de inmensas mujeres, con una vida llena de excesos económicos.

Mientras platicábamos, adentro continuaba la fiesta, comenzaban a sonar las cumbias, la música mexicana para bailar, cada quien buscaba a su pareja, los mexicanos malinchistas-presumidos buscaban bailar con las extranjeras. Sin embargo a mi parecer, esa era una mala elección, ya que las asiáticas no podían, no sabían bailar esa música, inclusive una de ellas se espantó cuando un tipo intentó darle una vuelta en el baile y lo vio con repudio; lo cual resultaba un baile soso, aburrido y frío, era ese el momento para que los hombres que no saben bailar impresionaran a ellas que tampoco sabían hacerlo y que además se espantaban con los pasitos domingueros de los mexicanos.

Fue entonces cuando me di cuenta de que prefiero el sabor latino, o mejor dicho el sabor, el calor, la diversión de las y los mexicanos, a pesar de que la belleza de aquellas mujeres era poco ordinaria, no daban ganas de bailar con alguna de ellas, prefiero a las mexicanas que saben moverse, sentir y disfrutar esa música

sábado, 22 de septiembre de 2007

viernes, 21 de septiembre de 2007

::: ”La información cuesta” :::

Es muy cierto que la gran mayoría de la población mexicana no tiene acceso a la información verdadera y no a medias, no tiene acceso a la cultura, al aprendizaje, a asistir a una escuela digna en donde se fomente el progreso, por la sencilla razón que carecen de recursos económicos.

El artículo tercero de nuestra constitución nos dice que la educación debe de ser gratuita… ¿es gratuita? La educación no solamente consiste en asistir a la escuelita, escuchar a tus maestros, rayonear tus cuadernos y llenarlos de extensos resúmenes copiados de tus libros de texto; el asistir a la escuela implica grandes gastos para las familias, implica mantenimiento y una inversión constante. Enumeremos algunos gastos básicos y fundamentales: transporte, que con el famosísimo “gasolinazo”, éste seguramente va a aumentar también, el desayuno del niño o la niña, esto implica algún bolillo, torta o pan Bimbo, y el pan ya también subió de precio; el uniforme, los zapatos, y los tan demandados tennis totalmente blancos que son horribles; se debe comprar útiles (tijeras, goma, transportador, regla, sacapuntas, diamantina, plastilina, el corrector de pluma, lapicero con puntilla del 0.5, pluma bic diamante porque esa pinta más bonito, y si su hijo es niña, le debe usted de comprar la pluma de gel moradita, rosita y azul por lo menos), forros para los libros, la mochila nueva, el listón para el cabello de la niña, la goma de colores con 5 repuestos, etc…

Esto que acabo de establecer sólo se presenta en el nivel de primaria y secundaria, pasando al nivel medio superior y superior, los gastos se vuelven otros, a los cuales reitero, no todos tenemos acceso.

Se sabe que existen licenciaturas que implican un mayor gasto que otras, aquellas como arquitectura, diseño industrial, diseño de moda, todas aquellas carreras que implican un trabajo plástico, o software sofisticado. Citaré un ejemplo que es muy claro, el de aquel individuo que se le ocurrió estudiar la carrera de diseño y comunicación visual en la UNAM.

La carrera dura oficialmente 9 semestres, en donde en los primeros semestres los maestros piden una cantidad inmensa de material y todos de ellos deben ser con calidad de semi o profesional, si no, no sirve. El material que se pide es: para la materia de geometría, escuadras, transportador, cuaderno de dibujo, estilógrafos (que son carísimos), compás (demasiado caro), pistola de curvas, cojín limpiador, escalímetro, etc., estos son tan solo algunos de los más básicos, que en dinero serían aproximadamente 1500 pesos, comprando lo más barato del mercado. Y aún falta la cámara fotográfica, los carísimos libros de diseño, que se cotizan los económicos en 600 pesos y el material que día a día te van pidiendo.

La información y la educación, cuestan y cuestan demasiado, y más en un país en donde la mayoría de la población carece de los recursos para solventarlo, se vuelve una tarea heroica el que una persona llegue al nivel superior.

Es por eso que se vive en un país carente de libertad, carente de cultura, de educación, un país en donde la mayoría de la población vive desinformada, o mal informada por los medios que se hacen llamar “medios de comunicación”, que tan solo dicen verdades a medias. Tan sólo basta encender la televisión y ver la programación abierta, ver al respetadísimo por las familias Javier Alatorre y sus noticias amarillistas, que solo dice lo que ve en su pequeño mundo o lo que sus jefes le permiten decir.

Pero claro la mayoría de la gente le cree, le cree a ese periodista, cree todo lo que ve en la tele, le cree a Paty Chapoy, le cree a Pedrito Sola, al respetadísimo Cardenal Norberto Rivera; ¿y porqué hacen eso? Por que es lo que tiene a su alcance, es la información más fácil de adquirir y la que en cierto modo es más barata.

Todo es una cadena, la gente no tiene dinero para adquirir otro tipo de información, un libro cuesta, la escuela cuesta, los cursos cuestan, lo seminarios cuestan, tener acceso a Internet cuesta; pero como la gente no puede pagar esto, entonces se conforma con la disque información que le da la tele.